Redacción de autismopanama
Un estudio longitudinal que abarcó a 71 mil personas con autismo concluyó que la mayoría de los niños mejora con el tiempo, aunque un pequeño subgrupo demuestra un alto funcionamiento social en la infancia que decae durante la adolescencia.
La información, divulgada en spectrumnews –un sitio especializado en investigación sobre el trastorno—a finales de agosto de 2023, detalla que el estudio implicó un seguimiento de las habilidades comunicativas y sociales de esas 71 mil personas desde el momento del diagnóstico hasta que cumplieron los 27 años.
“En general, la mayoría de los participantes en el estudio mejoraron sus habilidades comunicativas y sociales a medida que envejecían, al menos hasta que se estancaron. Pero el 5% siguió un camino distinto. Después de mostrar unas habilidades sociales elevadas en la infancia, las de este grupo disminuyeron ‘drásticamente’ en torno a los 15 años, tras el inicio de la pubertad”, afirmó la investigadora principal, Christine Fountain, profesora asociada de Sociología en la Universidad Fordham de Nueva York, de acuerdo con lo publicado por spectrumnews.
Además de Fountain, el estudio fue realizado por Alix S. Winter, PhD; Keely Cheslack-Postava, PhD; Peter S. Bearman, PhD.
Acceda aquí al paper de la investigación en Pediatrics.
A continuación, la traducción del artículo completo de spectrumnews
Las habilidades sociales disminuyen durante la adolescencia en una franja de jóvenes autistas
Escrito por Calli McMurray -- 24 de agosto de 2023
La heterogeneidad que caracteriza al autismo también marca sus trayectorias de desarrollo: Las habilidades sociales y de comunicación de la mayoría de los niños autistas mejoran con el tiempo, pero un pequeño subgrupo de niños demuestra un alto funcionamiento social en la infancia que decae durante la adolescencia, según un nuevo estudio longitudinal.
"Muchos estudios consideran la heterogeneidad de un modo más estático", afirma Jennifer Ames, investigadora científica de Kaiser Permanente Northern California en Oakland, que no participó en el estudio. "Esto demuestra que la heterogeneidad es mucho más dinámica que eso".
El nuevo trabajo, publicado por Pediatrics, realizó un seguimiento de las habilidades comunicativas y sociales de más de 71,000 autistas desde el momento del diagnóstico hasta los 27 años. Según los investigadores, las habilidades comunicativas de la cohorte se situaban en una de seis trayectorias, o siete en el caso del funcionamiento social, de acuerdo con el modelo estadístico.
En general, la mayoría de los participantes en el estudio mejoraron sus habilidades comunicativas y sociales a medida que envejecían, al menos hasta que se estancaron. Pero el 5% siguió un camino distinto. Después de mostrar unas habilidades sociales elevadas en la infancia, las de este grupo disminuyeron "drásticamente" en torno a los 15 años, tras el inicio de la pubertad, afirma la investigadora principal, Christine Fountain, profesora asociada de Sociología en la Universidad Fordham de Nueva York.
Los adolescentes de este grupo tenían más probabilidades de ser chicas, de ser blancos y no hispanos, y de tener una madre con sólo un diploma de secundaria. La mayoría de los miembros del grupo mostraban un desarrollo temprano y rápido de la comunicación.
Las diferencias observadas en este grupo podrían deberse a los cambios en las tensiones sociales y las expectativas relacionadas con la pubertad, dice Fountain, así como a la aparición de trastornos psiquiátricos que aparecen más tarde en la adolescencia. En futuros trabajos, dice Fountain, planea examinar cómo el entorno moldea las expectativas sociales depositadas en este subgrupo.
Los niños que mostraron una mayor mejoría a lo largo del desarrollo tenían más probabilidades de proceder de familias con más recursos, como indicaba el nivel educativo materno, la cobertura de seguro privado y el valor medio de la vivienda más alto en su código postal. Además, los hijos de madres hispanas, negras, asiáticas o nacidas en el extranjero estaban sobrerrepresentados en los grupos con menor crecimiento, mientras que los hijos de madres blancas estaban sobrerrepresentados en los grupos con mayor crecimiento.
"La amplitud y la inclusión de variables socioeconómicas más matizadas son realmente importantes", afirma Teresa Bennett, profesora asociada de Psiquiatría y Neurociencias del Comportamiento de la Universidad McMaster de Hamilton (Canadá), que no participó en el estudio. Los estudios futuros deberían tratar de desentrañar "los mecanismos que vinculan algunos de estos factores de riesgo socioeconómicos tempranos con diferentes resultados a lo largo del tiempo", añade.
El estudio utilizó registros de evaluaciones anuales de salud recopilados por el Departamento de Servicios de Desarrollo de California para niños nacidos entre 1992 y 2016. Cada año, los médicos evaluaron las habilidades sociales y de comunicación de cada participante, utilizando el Informe de Evaluación del Desarrollo del Cliente.
Esta medida no es una evaluación clínica, sino más bien una herramienta administrativa para determinar las necesidades de servicio, dice Fountain. "Sería excelente ver algo así replicado utilizando medidas validadas clínicamente".
Otra limitación del estudio es que la muestra sólo incluye a personas con autismo, por lo que no es posible comparar sus trayectorias con las de personas sin autismo o con otras afecciones del neurodesarrollo, dice Ames.
Por último, el tamaño gigantesco de la cohorte dificulta extraer conclusiones utilizables de los resultados, dice Laurent Mottron, profesor de psiquiatría de la Universidad de Montreal (Canadá), que no participó en el estudio. "Es heterogeneidad dentro, heterogeneidad fuera".
Un enfoque más sólido, añade, habría sido estratificar la cohorte en función del habla o las habilidades sociales de los niños en las primeras etapas de su desarrollo -por ejemplo, un grupo con retraso en el habla a los 3 años- y luego seguir sus trayectorias, "en lugar de tomar grupos grandes y esperar que un robot haga subgrupos automáticamente."
Pero la heterogeneidad de la muestra también es un punto fuerte, afirma Fountain. "Nos permite hacernos una idea de toda la población de California", en lugar de centrarnos en una muestra clínica más pequeña que no es representativa de todo el mundo.
(Traducción realizada con la versión gratuita de DeepL.)