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Padres de personas con autismo denuncian que CASPAN sacó del programa a sus hijos mayores de 18 años

Katiuska Martínez dijo que enviar sus hijos a casa viola su derecho a la educación y a la formación laboral, sobre todo, al ser esta la “única oferta pública que nos brindaba atención”.

Padres de personas con autismo denuncian que CASPAN sacó del programa a sus hijos mayores de 18 años

Cecilia Fonseca S. autismopanama.com


Un grupo de padres de personas con trastorno de espectro autista presentó una queja ante la Defensoría del Pueblo contra el Centro Ann Sullivan Panamá (CASPAN) este miércoles 27 de diciembre de 2023, en vista de que sus hijos, mayores de 18 años, no serán admitidos para el período 2024 en el programa presencial que ofrece este centro especializado ubicado en la Avenida Balboa.


Katiuska Martínez Franco, madre de uno de los afectados y quien fungiera como presidenta de la Asociación de Padres del CASPAN hasta julio del presente año, dijo que enviar sus hijos a casa viola su derecho a la educación y a la formación laboral, tal como está consagrado en el artículo 21 de la Ley 15 de 2016, de Equiparación de Oportunidades, sobre todo, al ser esta la “única oferta pública [estatal] que nos brindaba atención”.


Los afectados, que asistían al CASPAN desde sus inicios, suman 21 familias.


Horas después de que las familias acudieran a las instalaciones de la Defensoría del Pueblo, la entidad, a través de una nota de prensa, anunció que “abre queja a solicitud de padres del CASPAN”.





Martínez Franco manifestó que el aviso de que sus hijos serían enviados a casa se dio 13 horas antes de la matrícula, en una reunión a la que fueron convocados por el director de CASPAN, y que el “programa” al que han pasado a sus hijos, que han denominado Vida Adulta e Independiente, no tiene “metodología” ni “pedagogía”, “solo supervisión de 2 veces al mes”. “De 60 horas de clases pasan a 0 horas”, remarcó.


La acudiente afirmó que desde el año 2019 la administración de CASPAN venía intentando sacar a los adultos, fundamentada únicamente en la falta de espacio físico, y que durante todos estos años la Asociación de Padres –que ella presidía— se opuso a que los dejaran sin atención. Indicó que frente a sus argumentos, de que sacarlos violaría los derechos de sus hijos así como los postulados y misión del centro, los miembros del Patronato consideraron que se debían buscar opciones para los adultos.


Mencionó que entre 2019 y 2023 se crearon dos comisiones para tratar el tema, que la primera no avanzó, y la segunda se reunió tres veces, logrando preparar una propuesta que entregaron a la dirección de CASPAN para que fuera presentada al Patronato para su consideración. “Sugerimos: Edad 25 años, asistencia de dos días a otras oenegés cada semana, asistencia a CASPAN un día a la semana o cada 15 días, para realizar tareas grupales que estén cruzadas entre los dos programas --Inclusión a la Vida 18 y más, y Empleo con Apoyo--, cumplimiento obligatorio de Escuelas de familia, y todas las actividades generales del centro.  Con esta propuesta garantizamos que los estudiantes no regresen a sus casas a mirar para el techo, y que la labor de 10 años en capacitar a los estudiantes y sus familias no se pierda”.


La idea de que los adultos asistieran a otras oenegés, explicó Martínez Franco, está fundamentada en que en los últimos años CASPAN realizó capacitaciones a organizaciones para que conocieran su filosofía y foma de trabajo y se convirtieran en aliadas estratégicas, de manera que los estudiantes del Programa Inclusión a la Vida en el Aula de 18 años pudieran ser canalizados, a través de ellas.

 

La versión de CASPAN

 

Consultado sobre la queja interpuesta por los padres de familia contra la entidad y las razones por las que los adultos con trastorno de espectro autista no pueden seguir asistiendo al centro, el director de CASPAN, Aníbal Miranda, respondió a autismopanama que:  


Con respecto a la denuncia interpuesta ante la Defensoría del Pueblo, para poder responderle en propiedad, debemos primero notificarnos, conocer el documento para entonces dar una respuesta según lo correspondiente”.

 

Sin embargo le puedo adelantar que el Caspan, desde su Patronato, ha discutido ampliamente la implementación de un programa para brindar atención a adultos desde los 22 años en adelante, por medio del cual se sigue brindando atención para la ganancia de habilidades para la vida independiente desde casa o desde la comunidad, a partir del año 2024, a razón de 2 veces al mes, lo que proyecta que en el 2024 recibirían hasta 19 atenciones personalizadas. Es decir, se crea un nuevo programa para seguir brindando atención a esta población adulta, respetando su derecho a recibir atención; al mismo tiempo, padres y tutores continuarán recibiendo capacitación a través de nuestras Escuelas de Familia, que son de carácter obligatorio. Por el momento, es lo que le puedo adelantar”.


Al repreguntarle si la razón por la cual no podían seguir asistiendo es la edad, falta de capacidad física o de recursos económicos, Miranda respondió: “El centro tiene una capacidad física limitada. Por eso estamos haciendo esfuerzos para seguir creando nuevas sedes, como se ha hecho en Chiriquí y Herrera y próximamente en Panamá Oeste y Veraguas”.


El artículo 21 de la Ley 15 de 2016, de Equiparación de Oportunidades, señala que “las personas con discapacidad tienen derecho a la educación en general, a la formación profesional, a la educación para adultos y al aprendizaje durante toda la vida, sin discriminación y sobre la base de igualdad de oportunidades, a través de un sistema de educación inclusivo con equidad y de calidad en todos los niveles y modalidades de la educación. Para tal fin, las instituciones del sector educativo oficial y particular de enseñanza superior asignarán en su presupuesto los recursos, las herramientas y los equipos tecnológicos especializados que requieran los estudiantes con discapacidad”.


En tanto, el artículo 3 de la Ley 68 de 2012, que crea y organiza el Centro Ann Sullivan Panamá, establece que “el CASPAN tendrá como fin brindar educación y atención integral a la población con autismo y otras condiciones de discapacidad cognitivas, a sus familias y a la comunidad, para que logren ser independientes, productivos e incluidos en la sociedad”. Y en el artículo 5 define el concepto de atención integral como “prestación de servicios que incluye programas que abarcan toda la vida de los usuarios y sus familias que comprenden educación, orientación, investigación, innovación tecnológica, salud, capacitación y empleo con apoyo”. 



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